Padecer insuficiencia renal no solo implica hacer frente a los síntomas físicos de la enfermedad, sino también lidiar con las emociones que pueden surgir. Someterse a un tratamiento regular requiere estructurar correctamente la semana y, en ocasiones, es necesario depender de otras personas, como cuidadores y otros seres queridos que nos apoyen. Adaptarse al tratamiento y sus efectos secundarios puede resultar incómodo; además, adaptarse a la rutina que supone el tratamiento diario de diálisis requiere tiempo y puede generar ciertas tensiones.
Para lidiar con ello, existen muchas formas de desconectar y reestablecer un equilibrio en nuestras vidas, ya sea mediante la práctica de hobbies o la consulta a expertos.
La familia y los amigos cercanos: un factor vital
Incluir a la familia y a los amigos en su equipo de apoyo de salud puede ayudarle a atravesar los grandes cambios que implica esta enfermedad crónica; además, mejorará su calidad de vida y e incluso le ayudará a mejorar su salud.
Por ello, no tenga miedo de solicitar ayuda cuando las cosas se pongan cuesta arriba.
Sus seres queridos podrán ayudarle a generar un hogar cómodo, un lugar saludable y podrán ofrecerle apoyo emocional. También pueden ayudarle a adaptarse a su nuevo estilo de vida y a cumplir con la dieta y el plan de tratamiento. Todo ello afecta positivamente a la forma en que evolucione su enfermedad. Los pacientes que viven solos pueden «ampliar la familia» con amistades íntimas, vecinos, voluntarios e incluso con algún animal de compañía. Si pertenece - o se siente atraído - a una comunidad espiritual, pida hablar con alguien del lugar de oración de su zona.
Encontrar a alguien con quien disfrutar
Participar en actividades grupales es otra de las claves para gozar de una buena salud física y mental. Sea lo que sea lo que le motive- hacer voluntariado como tutor, cantar en un coro, inscribirse en un gimnasio o participar en servicios religiosos - participar en ese tipo de actividades le ayudará a sentirse bien y hacer nuevas amistades. ¡Elija usted la actividad que prefiera! Sus familiares también deberían continuar llevando a cabo sus propias aficiones y actividades, incluso aunque usted no siempre pueda acompañarlos.
Preguntar a los que saben
Lidiar con las emociones, mantenerse informado y - por último, pero no por ello menos importante - controlar la dieta; es una buena idea incluir a especialistas en su equipo de apoyo. Las unidades renales cuentan con nutricionistas, psicólogos y trabajadores sociales que tienen experiencia en ayudar a los pacientes a afrontar cambios vitales como las patologías crónicas. El grupo de asesoramiento de la unidad renal podrá servirle de red de intercambio de información. Asimismo, los nutricionistas pueden ayudarle a descubrir nuevas técnicas, ingredientes y recetas que sean deliciosas a la vez que saludables.
Recibir el diagnóstico de la Enfermedad Renal Crónica y la necesidad de diálisis, no representa la finalización de su vida.
Hacer frente a la enfermedad renal puede suponer un reto pero no tiene que afrontarlo usted solo. Su familia y sus amigos están dispuestos a ayudarle. Las unidades renales de Sermens cuentan con recursos con los que podemos acompañarlo a lo largo de este trayecto hasta que se adapte a la «nueva normalidad». El primer paso suele ser el más difícil: debe solicitar ayuda.
¡Como ocurre siempre, la práctica lo facilitará todo!